¿Y AHORA QUÉ?
CDAlcoyanoPrimeraRFEFFútbol 25-05-2025 | Álvaro Molina Mira

Al final de cada temporada todos los clubes tienen por obligación hacer balance de la campaña realizada, tanto en los aspectos futbolísticos como en los económicos e, incluso sociales. Porque no solo se puede perder en el terreno de juego, como pudimos observar en el último partido.
El pasado sábado El Collao vivió una de esas tardes que tardan en olvidarse. Probablemente todos preveíamos que el descenso era posible y que esas posibilidades iban aumentando con el paso de las semanas, pero realmente nadie se prepara para ver a su equipo descender, siempre queda un hilo de esperanza del que tirar. Aunque ese hilo sea depender de hasta tres resultados.
Quizá lo que más duela no es el descenso, sino la manera en la que se ha llegado hasta ahí. Ante el Real Madrid Castilla se vio el claro ejemplo de lo que ha sido la temporada del CD Alcoyano. El club “consiguió” llenar el campo -las entradas eran gratis- pero realmente estaba vacío. Lejos quedaron aquellas tardes en las que los aficionados se sentían identificados con lo que veían y apoyaban al equipo hasta el final. Aquellas noches mágicas en las que daba igual al equipo al que te enfrentaras porque sabías que lo podían hacer de nuevo. Pocos de los que había en el estadio sabían lo que estaba en juego y no solo hablo del descenso.
ALTAS EXPECTATIVAS EN PRETEMPORADA
Probablemente todo se empezó a torcer en pretemporada. Desde el club se pedía con insistencia un esfuerzo a la ciudadanía alcoyana con la campaña de abonos. Se vendía un proyecto ganador, con jugadores experimentados en la categoría y con (casi) la obligación de acabar en puestos de play-off.
Ese ansia por llegar al final del camino viéndose en la parte alta de la clasificación, sin antes saborear el trayecto y crear un proyecto serio, creó una división innecesaria en la afición. Vicente Parras, quien había conseguido hazañas históricas, empezó a ser cuestionado por parte del público de El Collao. Lo cual era lógico, se habían creado unas expectativas tan altas que a la mínima que no se cumplieran el plan caería por su propio peso.
Parras, quien fue destituido tras 12 jornadas, dejó al equipo con 16 puntos, a tan solo dos del play-off. No creo que la decisión tomada fuera solo por aspectos futbolísticos. La crispación entre afición-equipo-directiva urgía un cambio, pero ¿era ese el cambio que se necesitaba para enderezar el rumbo?
Tras la salida de Vicente la situación solo fue a peor. El ambiente de trabajo para el nuevo entrenador no iba a ser fácil. Juli, que era el segundo de Parras, cogió las riendas del equipo, aunque todos sabían que no era el entrenador que acabaría la temporada. ¿Cómo se puede trabajar de una manera efectiva en esa situación? Hasta la llegada de Vicente Mir, Juli estuvo al frente del equipo en 6 partidos consiguiendo 6 puntos.
SIN MEJORA
Lejos de generar ilusión, la llegada de Mir causó rechazo en gran parte de la afición del Deportivo, quien ya recordaba con amargura lo que sucedió en su primera etapa en el conjunto blanquiazul.
12 puntos en 14 jornadas fue el balance antes de presentar su dimisión tras la derrota ante el Fuenlabrada por 2 a 4.
¿Cómo se puede generar una identidad si en 32 jornadas han pasado 3 entrenadores distintos? El destino parecía estar escrito a falta de 6 encuentros.
Garrido, ex jugador del Alcoyano, ha sido el que ha acabado sentado en el banquillo en estas últimas jornadas, aunque en las actas no sería él quien aparecería, ya que no tiene el título de entrenador. Otro despropósito de la institución. En lo futbolístico la situación ya era crítica, por lo que reprocharle cualquier cosa carecería de sentido.
LOS NÚMEROS
Vicente Parras (12 partidos): 4 victorias, 4 empates, 4 derrotas. 13 goles a favor y 17 en contra. 16 puntos de 36.
Juli (6 partidos): 1 victoria, 3 empates, 2 derrotas. 4 goles a favor y 6 en contra. 6 puntos de 18.
Vicente Mir (14 partidos): 3 victorias, 3 empates, 8 derrotas. 9 goles a favor y 19 en contra. 12 puntos de 42.
Garrido (6 partidos): 2 victorias, 2 empates, 2 derrotas. 6 goles a favor y 5 en contra. 8 puntos de 18.
¿Y AHORA QUÉ?
El equipo no ha dado el nivel para permanecer en Primera RFEF. Lejos quedan aquellos flamantes fichajes a principio de temporada que por distintos motivos no han dado la talla. En estas categorías, a pesar de que realices una buena campaña, puede que en los 19 equipos restantes no encajes de la misma manera. El contexto también es importante. Hacer jugar a un equipo y crear un modelo de juego no se hace en dos sesiones de entrenamiento, ni quizá en una sola temporada. Requiere de tiempo, paciencia y, sobre todo, confianza.
Puede que sea el momento idóneo para poder emplear las 3. Es necesario volver a crear la base de un nuevo proyecto sin crear falsas expectativas de un ascenso que puede que no llegue el primer año y sí intentando consolidar un modelo que vuelva a generar la ilusión perdida en una afición que ha dejado de creer.
En el aire quedan muchas preguntas que seguramente se vayan respondiendo con el paso de las semanas.